Las sales de baño se han utilizado durante mucho tiempo como una forma fácil de tratar dolencias de salud mental y física. Las sales de baño, se disuelven fácilmente en agua tibia del baño y se usan para todo, desde el alivio del estrés hasta dolores y molestias.
Magnesio: Mejora la hidratación de la piel, combate el estrés y ralentiza el envejecimiento de la piel.
Potasio: Ayuda a equilibrar la humedad en la piel y el cuerpo, lo cual ayuda a prevenir la retención de líquidos y contribuye a la nutrición de las células. También energiza el cuerpo y es un mineral crucial para reponer nuestro cansancio.
Calcio: Es eficaz para prevenir la retención de líquidos y aumentar la circulación, además puede fortalecer las membranas celulares.
Bromuro: Relaja los músculos del cuerpo.
Sodio: Ayuda a las células a retener nutrientes y expulsar los desechos.
Mejora nuestra circulación, disminuye la presión arterial y ayuda a prevenir calambres musculares. La buena circulación sanguínea también estimula el crecimiento del cabello, previene su caída y fortalece los folículos capilares.
Debido a que a los minerales que contiene ayudan en el proceso de regeneración natural de la piel, la sal marina también sirve para tratamientos estéticos por sus propiedades antienvejecimiento y antiarrugas dejando una piel suave, juvenil y saludable.